¿Ahorrar o invertir? He ahí el dilema.
Si bien es cierto, ambos términos están relacionados y podría hasta decirse que son complementarios, debemos entender que persiguen diferentes objetivos. ¿Cuáles son las diferencias entre ahorrar e invertir?, ¿qué es más conveniente para ti? En este artículo lo sabrás.
Primero lo primero, definamos cada término.
Ahorrar básicamente significa guardar y conservar un monto de dinero durante cierto tiempo, para usarlo en algún momento futuro.
¿Cómo y dónde se ahorra? La teoría es fácil, simplemente reserva una parte de tus ingresos. En la práctica es más complicado por la falta de un método o plan de ahorro.
No se trata de solamente decir “ahorro lo que sobra a fin de mes”. La clave está en destinar un monto periódico como parte de tu presupuesto.
En cuanto al lugar, cada vez es menos común que se ahorre en un escondite de nuestras casas por la inseguridad. Lo común es usar productos de ahorro, tales como las cuentas de ahorro, el ahorro programado o los depósitos a plazos. Eso sí, con un interés bastante bajo.
Usualmente, el ahorro se destina para cumplir objetivos personales o familiares.
Ante una emergencia, gasto, compra o inversión, podremos disponer de nuestro dinero en cualquier momento.
¿Cuáles son los peligros de ahorrar? El principal peligro es la inflación, en la que se ve afectado el valor del dinero.
Invertir significa usar el dinero para obtener ganancias en un futuro.
Lamentablemente, no todas las inversiones rinden frutos, pues al invertir exponemos nuestro dinero a cierto grado de riesgo que puede ser leve, moderado o alto. Como bien dicen: “Mientras más grande es el riesgo, mayor es la ganancia”.
Al respecto, el famoso inversionista Warren Buffet recomienda 1. No invertir en un negocio que no conoces y 2. Diversificación, o como él mismo dice: “No pongas todos los huevos en una misma canasta”.
Antes de invertir necesitamos tener en cuenta diferentes factores como nuestro grado de tolerancia al riesgo, la situación económico y política del país, entre otros.
Las inversiones más frecuentes son: bienes raíces, fondos mutuos, bolsas de valores y proyectos empresariales.
Como has podido ver, no existe una respuesta general, todo depende de tus objetivos y tu situación económica.
¿Estás buscando pagar unas cortas vacaciones para tu familia a finales del año o crear un colchón para imprevistos? Ahorrar sería una buena decisión.
¿Estás pensando en rentabilizar tu dinero para realizar luego una inversión más grande o darte la jubilación que mereces y no necesitas ese dinero en el corto plazo? Invierte entonces, pero siempre siguiendo los consejos que has podido leer.
En otras palabras…
Si no cuentas con ahorros previos que te respalden ante alguna emergencia, lo más adecuado es optar por el ahorro.
Si ya cuentas con un monto y deseas generar ganancias, la opción adecuada es la inversión.
Debes tener en cuenta que dentro de las opciones de inversión hay unas que son más seguras que otras. En el mercado encontrarás algunas con expectativas de obtener alta rentabilidad, pero ello implica asumir altos niveles de riesgo por lo que también se puede perder el dinero invertido.
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